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Reencuentros

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  • Nila Guiss

Actualizado: 3 jun 2023


Después de desgarrarme, desfigurarme y romperme de forma extremadamente literal y luego de ser la mujer más independiente, la que perseguía sus sueños -los más increíbles y locos a imaginar-, teniendo en cuenta que provenía de una clase media en una ciudad industrial.

Después de perderlo todo y perderme a mí misma, perder mi complexión, perder mis prioridades, mis pensamientos, mi sentido de lo urgente hacia con mis necesidades básicas y metas en la vida para otorgarle todo y mucho más a un nuevo ser.

Después de ser la esclava de ese ser invalido y perderme entre pensamientos de falta hacia con mis promesas más hondas y personales.

Después de toda esa tormenta en la que yo ya no existía si no me convertía en un artefacto de satisfacción de necesidades de este nuevo ser totalmente dependiente.

Justo cuando ya no sabía nada de mí.

Hoy regreso, después de perder mi peso, mis habilidades, mis destrezas y fortalezas.

Hoy regreso.

Después de todo esto y al pasar de 4 años en donde empezó todo junto con la noticia de mi embarazo.

Hoy me volví a parar en una tabla y surfear una ola.

No hacía falta bañarme en lágrimas pues el mar lo hacía por mí y limpiaba todas mis heridas, mis carencias, mis faltas, mis sueños truncos, mis añoranzas, mis frustraciones, mis tristezas más profundas, aquellas tan nocivas que solo una madre que fue mujer viajera e independiente entiende.

Cayendo en cuenta que luego de esfuerzos desmedidos, recobraba mis habilidades y tenía esperanza de continuar con todo en mi vida, incluyendo recuperar mi físico.

El logro, la sonrisa, el descanso, la sonrisa para adentro junto con la brisa que acompañaba el trayecto de la ola.

Y respiro y llego de nuevo a la arena de donde partí, sintiéndome mujer de nuevo, perteneciéndome en cuerpo y alma solo a mí, caminando hacía la plenitud de todas mis promesas que ya no serán más truncas, pero ahora me acompaña esta hermosa niña de casi 4 años, esta hermosa mujer que solo por verme sonríe con todo su ser llamándome mami y admirando mi destreza, queriendo seguir mis pasos.


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